Una de las numerosas labores que puede llevar a cabo un detective privado son todas aquellas investigaciones relacionadas con la competencia desleal, un servicio del que se benefician los responsables de empresas y directores cuando sospechan que algún comercial o empleado está trabajando de forma paralela para otra empresa o filtrando información comprometida para el negocio.
En estos casos cuando el dirigente de una empresa o encargado acude a un despacho de detectives lo que pretende es conseguir pruebas para comprobar si sus sospechas son ciertas o falsas.
Lo primero que hará el detective es conocer un poco más esta empresa, el número de trabajador, quién es el posible sospechoso, los clientes, los horarios de los empleados o las rutas de los comerciales.
El detective conseguirá todas las pruebas que necesite su cliente entre las que pueden encontrarse fotografías, videos o documentos que demuestren que está colaborando con otra empresa de la competencia.
El investigador se centrará en realizar un seguimiento del empleado o de los empleados sospechosos y una vez esté seguro de ello también investigará sobre la otra empresa con la que colabora o a la que pasa información sensible.
Una vez el detective considere que tiene todas las pruebas necesarias contactará con su cliente para ofrecerle toda la información recabada en un informe redactado y completo que podría utilizar ante la autoridad si se ha vulnerado alguna ley.
La competencia desleal es una práctica extendida entre empleados rencorosos o que solo buscan el beneficio económico y en muchos casos el objetivo es divulgar los secretos de la propia empresa a una empresa de la competencia, lo cual puede resultar muy dañino.
Cuando el empleador o director de una empresa tenga la certeza de que uno de sus empleados está realizando alguno de los actos anteriores tendrá varias opciones como exigir su despido.