En las transacciones inmobiliarias, y especialmente en los alquileres de pisos, locales o naves, puede darse el hecho de que el fin del inmueble sea distinto al del contrato, con los consiguientes perjuicios para el arrendador.
Los inquilinos que han firmado un contrato con determinados puntos acordados, pueden optar por dedicar el inmueble a fines muy diversos, fines de los que no informan al arrendador y que, por supuesto, no figuran en el contrato.
Los subarriendos ilegales son una de las situaciones que se dan en este sentido, así como la utilización del inmueble para realizar trabajos que pueden deteriorar el edificio. La contratación de detectives privados ayudará a que el arrendador esté al tanto de las actividades que se llevan a cabo en su edificio.
Le proporcionamos la asistencia de un detective en Valencia que realizará cuantos pasos sean necesarios para verificar la utilización de inmuebles por parte de arrendatarios.